Un autónomo es un tipo de trabajador encargado de realizar actividades económicas a título lucrativo de manera regular y por su propia cuenta. También son designados como trabajadores por cuenta propia o empresarios individuales.
Los autónomos se benefician de diversas ventajas, por ejemplo, pueden tomar sus propias decisiones sin tener jefes que les manden. Pero la principal desventaja a la que se tienen que enfrentar es que no poseen un contrato de trabajo con alguna empresa que les asegure recibir una nómina cada mes.
Por esto, si su trabajo diario no les permite recibir ingresos suficientes pueden tener problemas económicos.
Como consecuencia resaltamos que estos trabajadores encuentran más dificultades a la hora de solicitar un préstamo a entidades bancarias o financieras.
En caso de no disponer de unos ingresos mínimos y/o estables se requerirá un aval.
Un aval bancario es una operación de garantía por la que un avalista, normalmente un banco, se compromete a asumir el cumplimiento de la obligación económica de la persona a quien avala ante una entidad en caso de que el avalado no sea solvente para hacerlo.
En cuanto a los requisitos para solicitar un préstamo para autónomos, es necesario que el trabajador autónomo presente una fotocopia de alta como autónomo y que demuestre la antigüedad en la empresa.
También, debe informar de su plan de negocio y del presupuesto que supondrá la inversión que desea realizar.
Tendrá que presentar la declaración de Hacienda de los últimos 3 años y el último pago a la Seguridad Social.
Además, es importante que facilite un documento donde justifique sus ingresos y que éstos demuestren la estabilidad económica del autónomo necesaria para la concesión del préstamo.
Por último, en caso de tener otras operaciones de financiación en curso, debe mostrar los detalles.