El acceso a una vivienda en propiedad ha sido tradicionalmente un reto mayúsculo para las personas solteras. No obstante, cada vez son más los españoles que se atreven a dar el paso de comprar una casa y solicitar una hipoteca en solitario. Aunque contar con un único titular implica depender de un solo sueldo y puede conllevar una mayor exigencia por parte del banco (que en algunos casos solicita un aval o una doble garantía), esta tendencia refleja un cambio significativo en el perfil del comprador y una creciente confianza en la propia capacidad económica.
Así lo muestran los datos recopilados por el comparador y asesor hipotecario iAhorro con motivo de la celebración del Día del Soltero, que tiene lugar este martes 11 de noviembre. En 2022, el 37,5% de las hipotecas formalizadas a través de este intermediario contaban con un único titular, mientras que en 2025 la cifra ha ascendido hasta el 45,03%. Si bien, el precio medio de compraventa de las viviendas adquiridas por compradores en solitario se sitúa este año en 234.156 euros, frente a los 312.368 euros de media de quienes compran en pareja, según los datos de iAhorro. Esta diferencia refleja el impacto directo del nivel de ingresos en la capacidad de endeudamiento, pero también evidencia que cada vez más personas deciden emprender solas la compra de una vivienda, impulsadas por el deseo de independencia, estabilidad y un proyecto de vida propio.
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Laura Martínez, directora de Comunicación y portavoz de iAhorro, interpreta este fenómeno como una señal positiva del cambio social y económico que vive España: “Cada vez hay más personas que se sienten capaces de asumir una hipoteca por su cuenta, lo que demuestra una mayor autonomía y seguridad financiera”, asegura. Sin embargo, también advierte de que el camino no está exento de obstáculos: “Aunque los solteros muestran más determinación y solvencia, los bancos siguen percibiendo un mayor riesgo en las operaciones con un solo titular, por lo que pueden exigir más garantías o limitar el importe del préstamo”. En este sentido, Martínez subraya que “el reto está en adaptar las políticas hipotecarias a una realidad social en la que la independencia financiera y la vivienda en solitario son cada vez más comunes, pero aún no siempre igual de accesibles”.
Perfil del hipotecado en solitario
El perfil del soltero o soltera que pide una hipoteca en España es el de una persona con una media de 38,21 años, con trabajo indefinido (64,47% del total), antigüedad laboral de 7,43 años, un salario neto mensual de unos 3.060 euros y se compra una vivienda cuyo precio medio ronda los 234.156 euros con unos ahorros de 86.684 euros de media. Además, entre los usuarios de iAhorro que se hipotecan solos, un 8,02% compra viviendas de obra nueva, mientras que el 90,37% se decanta por las viviendas de segunda mano y solo un 1,61% adquiere casas de protección oficial.
Si comparamos estos datos con los que el comparador hipotecario recoge de las personas que se hipotecan en pareja vemos que la edad media es similar, con 38,16 años. No obstante, baja el salario medio neto del primer titular hasta los 2.834 euros, pero a esto habría que añadir otros 2.238 euros netos mensuales que aporta el segundo titular, por lo que entre los dos aportarían 5.072 euros de ingresos de media a la operación. Asimismo, los ahorros entre ambos son mayores (unos 105.708 euros de media) y el precio medio de compraventa de las viviendas que se pueden permitir también es más elevado: sube hasta los 310.506 euros.
El salario y el precio de la vivienda, determinantes
Como vemos, el principal obstáculo al que se enfrentan los solteros a la hora de comprar una vivienda sigue siendo la relación entre el precio del inmueble y su nivel de ingresos. Al contar con un solo salario, su capacidad de endeudamiento se reduce, lo que limita el importe máximo del préstamo y, por tanto, el tipo de vivienda a la que pueden acceder. ¿Por qué? los bancos suelen establecer que la cuota hipotecaria no supere el 30-35% de los ingresos netos mensuales, lo que deja a muchos compradores individuales fuera de las zonas más demandadas o les obliga a optar por viviendas más pequeñas o alejadas de los centros urbanos.
A ello se suma el incremento general del precio de la vivienda en los últimos años, que ha crecido a un ritmo mayor que los salarios. Y es que, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, correspondientes a 2023 (últimos que aporta), el sueldo anual bruto medio que cobran los españoles se sitúa en los 28.049,94 euros, que se traduce en un sueldo neto mensual de unos 1.800 euros en 12 pagas. Con esto, para cumplir el ratio de endeudamiento, una sola persona no podría pagar más de 630 euros al mes de hipoteca, por lo que no podría pedir al banco una financiación de más de 167.000 euros a 30 años de plazo, con un tipo de interés fijo del 2,15%, la media que registró iAhorro en septiembre.
No obstante, si miramos datos del precio medio de la vivienda vemos que, como recoge el Colegio de Registradores, durante segundo trimestre de 2025 el coste medio del metro cuadrado se ha situado en nuestro país en 2.251 euros, por lo que una vivienda de 100,5 metros cuadrados (la extensión media de la vivienda en España) costaría 226.225,50 euros. Para poder optar a una vivienda de estas características, el hipotecado debería aportar unos 45.250 euros para la entrada (20% del precio) más unos 22.630 euros para pagar los gastos (10%), y le quedaría una hipoteca de 180.980,4 euros, con una cuota mensual de 682,6 euros al 2,15% TIN fijo. Para acceder a ella debería ingresar al menos 2.275 euros netos al mes.
De este modo vemos que, una persona con un salario medio de 28.049,94 euros anuales en España no podría afrontar en solitario la compra de una vivienda con un precio medio de 2022.225,50 euros, por lo que tendría que buscar algo más barato.
Hasta 12 años de ahorro de media para pagar la entrada
Eso sí, en función de la comunidad en la que queramos comprarla, los precios varían significativamente y también los salarios, por lo que el acceso es más fácil o complicado según el lugar de residencia. Según el informe de los Registradores, el precio por metro cuadrado de la vivienda más bajo de España está en Extremadura, con 881 euros, aunque también los ciudadanos que residen allí cobran el salario medio más ajustado, con 23.684,22 euros de media, según el INE. Eso sí, pese a estos bajos datos, también es en la comunidad extremeña donde sus habitantes necesitan ahorrar menos tiempo para acceder a una casa en propiedad: 5,61 años.
Con el segundo menor tiempo de ahorro vemos a Castilla y León, con 5,96 años de media. Esta autonomía también registra el segundo precio por metro cuadrado más bajo, con 997 euros de media, pero un salario de 25,227,03 euros más alto que el de otras regiones como Canarias, Castilla-La Mancha o Andalucía. Si bien es cierto que la comunidad manchega (7,56 años de ahorro de media) completa el ‘top’ 3 de regiones con menos tiempo de ahorro, ni Andalucía (11,31 años) ni mucho menos Canarias están entre las más ‘asequibles’ en este sentido (17,45 años de media).
Es más, Canarias está entre las 3 regiones donde más tiempo de ahorro necesitan las personas solteras que quieren comprar allí una vivienda, solo por detrás de la Comunidad de Madrid (19,03 años) y las islas Baleares (21,60 años). Y es que, también es en Madrid y en las Pitiusas donde el precio medio del metro cuadrado de las casas es el más elevado, con 4.067 euros y 3.946 euros, respectivamente. Es cierto que la comunidad madrileña se encuentra entre las que registran los salarios medios más altos, con 32.219,60 euros, solo por detrás del País Vasco (33.504,92 euros de media). Y Baleares se encuentra, en este sentido en la sexta posición, por debajo incluso de la media española (28.049,94 euros), con 27.537 euros de media.
Por último, es importante destacar el dato medio anotado en toda España: 12,10 años de ahorro para que una persona pueda pedir una hipoteca en solitario para una vivienda con un precio medio de 2.251 euros por metro cuadrado y un salario medio de 28.049,94 euros al año. Es cierto que “los que lo tienen más difícil son los jóvenes”, apunta Laura Martínez, directora de Comunicación de iAhorro, ya que son “los que menos ingresan y los que cuentan con menos tiempo de ahorro”. No obstante, la portavoz de iAhorro también señala que “los jóvenes y adultos solteros de hoy planifican mejor, ahorran más y buscan asesoramiento profesional para conseguir condiciones más viables, por eso los datos de hipotecados en solitario mejoran año a año; aunque tampoco les queda más remedio si quieren acceder a una vivienda en propiedad algún día”.
