Nuestro servicio es totalmente gratuito, desde que dejas tus datos en nuestra página hasta que firmas tu hipoteca con el banco que has escogido. Además, puedes abandonar el proceso cuando lo desees sin ningún compromiso. Nosotros te asesoramos, pero la decisión final es siempre tuya.
Una vez que tu experto disponga de todos tus datos y documentos, contactará con las entidades más afines a tu perfil para conseguirte las mejores ofertas. A partir de ese momento, todo dependerá de la rapidez con la que los bancos nos trasladen las ofertas. No hay un tiempo establecido, depende de las entidades y del volumen de solicitudes que reciben, que suele variar en función de la época del año. Si coincide con periodos festivos o fines de semana, es posible que la oferta del banco tarde un poco más en llegar de lo esperado. Cuando el experto reciba las ofertas te las enviará por correo electrónico y, si lo necesitas, se pondrá en contacto contigo para explicarte las condiciones de cada una de ellas para que puedas tomar la decisión más acertada. Si por alguna razón consideras que ha pasado demasiado tiempo y todavía no has recibido ninguna oferta, puedes ponerte en contacto con tu experto o escribir un mail a hola.hipotecas@iahorro.com. También puedes contactarnos llamando al 910 20 71 10.
En la mayoría de los casos sí. Los acuerdos que tenemos con las entidades y la cantidad de hipotecas que firmamos con ellas, nos permiten negociar condiciones mucho más ventajosas que las que podrías negociar por tu cuenta acudiendo a una sucursal. Nuestro objetivo principal es conseguirte la hipoteca que mejor se adapta a tus necesidades y para ello es imprescindible estudiar tu situación en profundidad, escoger las entidades más apropiadas para tu perfil y comparar entre diferentes ofertas hipotecarias para que puedas tomar la mejor decisión.
Nuestro negocio se basa en los acuerdos económicos que establecemos con los distintos bancos y cajas con los que trabajamos, cifra que a día de hoy supera las 30 entidades. Por cada hipoteca que tramitamos y firmamos, recibimos la comisión correspondiente y esto es lo que nos permite ofrecer el servicio a nuestros clientes de forma totalmente gratuita Somos imparciales, no tenemos interés en mandar a nuestros usuarios a una entidad o a otra, simplemente tratamos de buscar la hipoteca que mejor se adapte a cada perfil y situación. Si tienes alguna duda siempre puedes escribir a hola.hipotecas@iahorro.com
Conseguir una hipoteca a través de iAhorro es rápido y muy sencillo. Lo primero que tienes que hacer es dejar tus datos en cualquiera de los formularios que encontrarás en nuestra página web para que podamos ponernos en contacto contigo. Pasadas 24 o 48 horas aproximadamente, el experto asignado a tu caso te llamará por teléfono desde el número 910 20 71 10 y te hará una serie de preguntas para completar tu perfil y entender mejor tu situación actual. Con toda esta información hará un estudio de tu caso y te confirmará si tu operación es viable. Después, tendrás que subir tu documentación a tu área personal y, una vez esté completa, tu experto enviará tu expediente a las entidades que considere más adecuadas para encontrar la mejor hipoteca para ti. Cuando el experto reciba respuesta de las entidades, se pondrá en contacto contigo de nuevo para presentarte las ofertas y, si lo necesitas, resolver tus dudas y ayudarte a elegir la hipoteca más adecuada para tu perfil y situación. Una vez tomes la decisión y escojas la opción que más te convence, recibirás la propuesta formal de la entidad y tendrás un plazo de 10 días para estudiarla, acudir al notario y fijar la fecha para la firma de tu hipoteca. Por supuesto, tendrás siempre a tu experto disponible para resolver tus dudas o ayudarte con cualquier cuestión a lo largo de todo el proceso.
Online y gratuito. Estos son los dos pilares que caracterizan a iAhorro a la hora de ofrecer su servicio como comparador hipotecario. El cliente puede tramitar todo el proceso de su hipoteca de forma online (excepto la firma ante notario, que es presencial), lo que le evita desplazamientos innecesarios. Normalmente el cliente rellena un formulario y, a partir de ahí, es el experto el que se pone en contacto con él y estudia su caso detalladamente. No obstante, es muy común que el usuario quiera tener una vía para contactar con su experto para conocer el estado de su operación, consultar dudas, etc. Para todo ello existe el correo electrónico de su asesor, pero también disponemos de un teléfono: 910207110. Cuando estamos contratando una hipoteca con iAhorro es importante que guardemos el teléfono entre nuestros contactos. Esto evitará que cuando nuestro experto nos llame no aparezca el número 910207110 como un teléfono spam. Para iAhorro es muy importante mantener un contacto cercano con los clientes y, por ese motivo, decidimos habilitar el 910207110 como teléfono de iAhorro para los clientes. Al llamar a este número el futuro propietario podrá hablar directamente con su experto y, de esta forma, realizar la gestión que necesite. Correo general y redes sociales Sabemos que es muy importante tener varias vías de contacto y, por ello, los clientes también pueden escribirnos a: -El correo general: info@iahorro.com -Redes Sociales: disponemos de cuenta enFacebook, Twitter, Instagram y Linkedin.
Los datos diarios que está marcando el euríbor este mes vaticinan otra subida de este indicador. Por lo tanto, esto va a afectar directamente a unas personas del sector hipotecario: aquellos usuarios con hipotecas variables. Recordemos que las personas con una hipoteca variable tienen una cuota que varía en función del euríbor. Su mensualidad suele tener una revisión semestral (6 meses) o anual en función de este índice de referencia. Por lo tanto, teniendo en cuenta que el año pasado el euríbor se encontraba en valores negativos estos usuarios verán cómo el dinero que van a tener que aportar para la hipoteca será mayor. De hecho, teniendo en cuenta el cierre del euríbor en septiembre (2,233%), una persona con una hipoteca de 150.000 euros pasó de pagar 448,65 euros al mes a 643,37 euros. Asimismo, a un usuario con un préstamo de 300.000 euros la cuota le subió de 897,31 euros a 1.286,74 euros. Son subidas sumamente cuantiosas y, teniendo en cuenta que el euríbor mantiene este ritmo, las personas que revisen la cuota este mes sufrirán un aumento mayor. Ante esta situación… ¿Es posible evitar este aumento de gasto en familias con hipotecas variables? Las hipotecas no son un producto estanco Cuando una compañía telefónica nos anuncia una subida de la cuota del servicio de internet lo primero que pensamos es en cambiarnos de empresa de telecomunicaciones. Con la hipoteca se puede hacer exactamente lo mismo. Cuando firmamos un préstamo para comprar una vivienda no significa que nos tengamos que quedar con las mismas condiciones durante 30 años. Si nos percatamos de que existen préstamos con mejores condiciones que el que tenemos vigente siempre nos podemos cambiar. Existen varios métodos para hacerlo. Uno de ellos es la novación, que consiste modificar las condiciones de la hipoteca dentro de la entidad. No obstante, en caso de que la oferta que nos interese se encuentre en otro banco podemos trasladar nuestro préstamo a través de dos métodos: la subrogación o la cancelación de la hipoteca. El primero, la subrogación por cambio de acreedor, consiste en mover la hipoteca a otra entidad, pero sin empezar de cero. Esto significa que si nos faltan 20 años para terminar de pagar la hipoteca nos encontraremos en el mismo punto, por lo tanto, no tendremos que pagar los intereses desde cero. En el caso de la cancelación, en cambio, cerramos la hipoteca en el banco actual y abrimos un préstamo desde cero en otra entidad. Por lo tanto, tendremos que pagar una comisión de apertura (si la hubiere) y los intereses desde el principio. Es por ese motivo que, en caso de cambiar de banco, la subrogación suele ser la opción recomendada. Al fin y al cabo el usuario no vuelve al punto de partida, sino que continua donde lo dejó. ¿Tienes una hipoteca variable? Es tu momento Subrogarse siempre es una buena opción cuando vemos que podemos mejorar nuestra hipoteca, más aún en estos momentos si lo que tenemos es una de tipo variable. Hay que tener en cuenta que con el euríbor al alza los bancos apuestas por las hipotecas variables, por lo tanto, éstas cuentan con condiciones sumamente atractivas. De esta manera, si firmamos nuestro préstamo hace algunos años podremos observar que, si lo hubiéramos formalizado ahora, conseguiríamos una hipoteca mejor. “Una variable con un diferencial por encima del 0,99% es totalmente mejorable”, asegura Simone Colombelli, director de hipotecas de iAhorro. Esto significa que, si nos encontramos en esta situación, deberíamos plantearnos subrogar la hipoteca, debido a que conseguiremos mejores condiciones. En definitiva, la subrogación es una forma de conseguir una hipoteca que se adapte mejor a nuestras necesidades, una operación que, si tenemos una hipoteca variable, deberíamos sopesar con detenimiento. Si tienes alguna duda sobre el tema no dudes en contactar con nosotros en info@iahorro.com. ¡Sigue leyéndonos!
A la hora de financiar la compra de vivienda los bancos piden una serie de requisitos en cuanto al perfil se refiere. Suelen preferir una persona con contrato indefinido, ingresos estables y un historial crediticio limpio. No obstante, no es fácil tener un perfil que case con la entidad. Tras la crisis del 2008 los bancos buscan personas que, a largo plazo, tengan la capacidad económica para afrontar una hipoteca. Esto puede provocar problemas a muchas personas que buscan adquirir una casa y que, para ello, necesiten un préstamo de esta índole. ¿Existe alguna solución para esos casos? Como estábamos comentando, lo que busca el banco es una persona que vaya a tener los recursos suficientes como para pagar la hipoteca cada mes durante el periodo de amortización establecido (10, 20, 25 o 30 años). No obstante, siempre se le puede presentar un plan b o, dicho de otra manera, un aval. Quizás la palabra más relacionada con aval en este caso es garantía, puesto que se trata de una persona o elemento que aportamos al banco para asegurarle de que, de una forma u otra, vamos a acabar devolviéndole el dinero que nos ha prestado. Si se trata de un usuario que tendrá que cumplir una serie de requisitos: -Ser mayor de 18 años. -Tener una situación económica estable, es decir, ingresos regulares, preferentemente un contrato indefinido. -Historial crediticio limpio, es decir, que no se encuentre en una lista de morosos como puede ser ASNEF. -Poseer la capacidad suficiente como para poder afrontar la deuda de la persona a la que avala. Esto significa que, si el titular de la vivienda se ve en apuros para seguir pagando la hipoteca, el avalista responderá con todo lo que tenga, ya sea dinero o patrimonio (una vivienda, por ejemplo). Ojo con las viviendas como aval Si optamos por poner una vivienda como aval significa que, si tenemos problemas para afrontar el préstamo, responderemos a la deuda con la propiedad. Dicho inmueble debe cumplir unas condiciones: -Debe estar libre de cargas, es decir, no debe tener una hipoteca o deuda similar. Si tuviera una carga la entidad puede aceptarlo siempre que quede poco para solventarla. -Los solicitantes de la hipoteca deben ser los propietarios de la vivienda que les avala. -El valor del inmueble debe ser el suficiente como para cubrir la financiación de la nueva casa. Esto se debe a que, en caso contrario, el banco no podría recuperar su inversión quedándose con esta propiedad. Cumpliendo las condiciones mencionadas la entidad podrá tener en cuenta este inmueble para concedernos la hipoteca, aunque puede existir algún inconveniente si ésta se encuentra fuera del territorio español. Dicho de otra manera, puede darse el caso de que una persona tenga una casa en otro país, pero que se haya ido a vivir a España y quiera adquirir una vivienda allí. Para ello puede que haya pensado en poner la vivienda que tiene en el otro lugar de aval, puesto que, de esta manera, tiene una propiedad que ofrecerle al banco en el caso de que no pudiera afrontar el pago del préstamo. ¿Un banco aceptaría esta clase de aval? Depende de la entidad y de la situación de la vivienda que ofrezcamos. Es muy probable que la compañía tenga que realizar un estudio para saber si realmente esa propiedad puede considerarse un aval o garantía de la hipoteca. Es por ese motivo que, si necesitamos que nuestra vivienda en el extranjero sea considerada como aval sí o sí, comparemos entre diferentes entidades. De esta manera encontraremos la que más se adecua a nuestras necesidades.
Cuando vamos a comprar una vivienda es importante tener en cuenta su ubicación, el estado de esta, el aislante…e, incluso, si tiene todos los papeles en regla. Uno de los documentos con los que debe contar la vivienda de nuestros sueños, la casa donde queremos empezar a construir nuestro proyecto de vida, es la cédula de habitabilidad. ¿Para qué sirve? La cédula de habitabilidad certifica que una vivienda puede ser considerada como tal, es decir, que es habitable. Para que el inmueble pueda tenerla debe cumplir unos requisitos, que varían en función de la Comunidad Autónoma. En términos generales son los siguientes: Superficie útil mínima. Altura mínima: dependiendo del espacio (cocina, baño, etc.) será una u otra.Debe estar equipada con lo imprescindible: cocina, baño, puertas, ventanas, instalación de la caldera para el agua caliente, etc.Debe contar con todas las garantías de seguridad. Un arquitecto o aparejador que está colegiado es el que certifica que una vivienda cumple con dichas características y que, por lo tanto, es habitable. Dicho documento suele costar menos de 200 euros y tiene una vigencia de 15 años. Si una vez pasado el plazo quisiéramos vender o alquilar la propiedad necesitaríamos solicitarlo de nuevo. ¿Necesito la cédula de habitabilidad para comprar una vivienda? No es obligatorio que la vivienda lo posea, pero sí recomendable. Si un inmueble no cuenta con dicho certificado no será considerado como tal, por lo tanto, no podremos empadronarnos en él, dar de alta suministros básicos (luz, gas y agua), contratar un seguro de hogar, etc. ¿Podríamos pedir una hipoteca? Se trata de un préstamo que se concede exclusivamente a las viviendas, por lo tanto, si la nuestra no es considerada como tal, no nos la podrían conceder. Tendríamos que pedir una hipoteca para local comercial o similar, préstamos que ofrecen menos financiación y periodos de amortización más cortos. Otro elemento que debemos tener en cuenta es que si una casa no cuenta con la cédula de habitabilidad puede ser señal de que no cumple con los estándares de seguridad. Esto significa que establecer allí nuestra residencia podría ser peligroso. En definitiva, cuando vamos a comprar una vivienda es fundamental que nuestro futuro hogar cuente con todos los papeles, incluida la cédula de habitabilidad. En caso de que la propiedad no la tenga o se le haya caducado es recomendable tramitarla para asegurarnos de que vamos a adquirir un inmueble en condiciones. Tipos de cédula de habitabilidad En función del motivo de la solicitud existen tres tipos de cédula: -Cédula de habitabilidad de primera ocupación:es la que le otorga el ayuntamiento al promotor. Está destinado a viviendas recién construidas. -Cédula de habitabilidad de primera ocupación por rehabilitación: si la reforma del inmueble ha sido considerable será necesario volver a realizar la inspección para asegurar que la vivienda puede seguir considerándose como tal -Cédula de habitabilidad de segunda ocupación: para viviendas de segunda mano.
Sí, se puede hipotecar una casa para comprar otra, pero es imprescindible que, para ello, la vivienda en propiedad esté completamente libre de cargas, es decir, que esté completamente pagada. Este trámite también puede ser una solución para aquellas personas que necesiten liquidez en un momento dado. En el caso de que el fin de hipotecar una vivienda libre de cargas sea comprar otra, la primera servirá como aval para el banco. Por ello, en caso de impago de las cuotas de la hipoteca, dicha vivienda podría ser embargada. No obstante, tener ya un bien inmueble en propiedad ayudará a que el banco ponga menos pegas a la hora de conceder la hipoteca para la segunda vivienda. La entidad también puede ofrecer condiciones de financiación más atractivas, con intereses más bajos o menos vinculaciones si pones una vivienda como garantía de crédito.
Sí, los bancos conceden hipotecas para no residentes. Este tipo de hipotecas están destinadas a aquellas personas que se quieren comprar una vivienda en España pero que viven y trabajan en otro país, ya sea de la Unión Europea o extracomunitario. ¿Qué requisitos hay que cumplir? Los bancos son más exigentes con clientes extranjeros que solicitan una hipoteca en España. Esos futuros hipotecados tener: -NIE (Número de Identificación de Extranjeros) que acredite que se encuentra de forma legal en territorio español. -Todos los documentos traducidos al español. -Contrato de trabajo, últimas nóminas y vida laboral. -Informe de riesgo crediticio. -Declaración de impuestos. Será más fácil pedir una hipoteca para aquellos extranjeros que residan en países europeos o en Estados Unidos y, sobre todo, si pese a vivir fuera tienen nacionalidad española. Hay que tener en cuenta que, normalmente, el banco concede alrededor del 60% de financiación de la vivienda si el comprador es extranjero, un porcentaje mucho menor que el que se concede a quienes residen en España.
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No se puede firmar una hipoteca sin cédula de habitabilidad porque, cuando se solicita un préstamo bancario, la entidad financiera te exige la presentación de dicho certificado. La cédula de habitabilidad es un documento administrativo que ratifica que una vivienda reúne las condiciones básicas para ser habitada, unos requisitos que establece cada comunidad autónoma y que dependen del año de construcción de dicha vivienda. Hay comunidades en las que la cédula de habitabilidad no es obligatoria en la compra de una vivienda, lo que significa que puedes adquirir una casa sin tener ese documento pero, si necesitas una hipoteca, lo normal es que el banco te exija este certificado porque, de lo contrario, no sería legal ni seguro.
La solvencia es lo primero que miran los bancos para conceder una hipoteca, es decir, si el cliente tiene capacidad para hacer frente a los pagos de las cuotas del préstamo. Para analizarlo, solicitan información sobre sus ingresos, su situación laboral, los bienes que tenga en propiedad, la situación familiar, las deudas, la edad del cliente, etc. Para conocer esta información, los bancos tienen acceso a listas de morosidad pero también solicitarán documentos como el DNI, vida laboral actualizada, extractos bancarios de los últimos meses, declaración del IRPF, nóminas, escrituras de sus propiedades o últimos recibos pagados de otros préstamos, entre otras cosas.
Si te preguntas si se puede tener 2 hipotecas abiertas, a continuación descubrirás la respuesta y algunas claves que pueden resultar de tu interés. ¿Puedo tener 2 hipotecas a la vez? Sí, se puede tener dos hipotecas a la vez. Incluso más de dos. Puedes tener tantas hipotecas como te permita tu capacidad de endeudamiento. La capacidad de endeudamiento máxima no está legalmente establecida. Las entidades bancarias se basan en las recomendaciones del Banco de España, el cual indica que las cuotas de tus préstamos no deberían superar el 40% de tus ingresos mensuales. Normalmente, los bancos rebajan esta cifra a un 30% o 35%. ¿Por qué tener 2 hipotecas? Existen varios motivos por los que es útil solicitar una segunda hipoteca. El primero de ellos es para comprar una segunda residencia o un inmueble como inversión (por ejemplo, para obtener beneficios a través del arrendamiento). Sin embargo, uno de los motivos más comunes por los cuales se solicita otra hipoteca es reformar la vivienda. ¿Cuáles son los requisitos para solicitar una segunda hipoteca? Como es natural, la entidad prestamista valorará el nivel y la estabilidad de tus ingresos. Al tener un préstamo hipotecario abierto, tu capacidad de devolución disminuye. Por consiguiente, el estudio de riesgos será más estricto y es probable que las condiciones del préstamo sean más desventajosas. Además, también es posible que te soliciten un aval. Todo ello sin contar con que el banco te presta, como máximo, un 80% del valor del inmueble y los gastos de constitución de la hipoteca pueden ascender a un 10% del importe solicitado.
El IRPH (Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios) es un índice hipotecario que publica mensualmente el Banco de España y que sirve como referencia para algunas hipotecas. Con él -que es diferente del Euríbor- se puede calcular cuánto se pagará en la cuota mensual de determinadas hipotecas. Sin embargo, el Tribunal Supremo determinó en 2019 que había una falta de transparencia con la cláusula del interés variable IRPH, aunque no se apreció abusividad en los casos enjuiciados. No existe un registro oficial sobre cuántos créditos siguen referenciados al IRPH, pero se estima que son entre unos 300.000 y un millón. Aunque no son datos oficiales, alrededor del 10% de las hipotecas firmadas en España estarían afectadas.
Antes del 16 de junio de 2019, las entidades bancarias tenían que hacer frente al pago de varios gastos a la hora de formalizar una hipoteca. Sin embargo, esto se les estaba cobrando a los clientes. Quienes firmaron una hipoteca antes de esa fecha tienen ahora el derecho a que se les devuelvan todos los gastos de registro, gestoría y tasación, y la mitad de los gastos de notaría, tal y como establece una sentencia del Tribunal Supremo. Muchos consumidores han reclamado estas devoluciones pero cada vez más bancos están devolviendo por su cuenta los gastos hipotecarios. Es el caso de entidades como CaixaBank o Liberbank, entre otros.
Si te estás haciendo esta pregunta, debes saber que en realidad no existe un euríbor fijo, porque este es siempre variable. El dato del euríbor es diario, por lo que no existe la posibilidad de que sea fijo en ningún caso. Todos los días se actualiza el euríbor, excepto cuando se trata de un día festivo. Cuando finaliza el mes se hace la media, y ese es el dato que se tiene en cuenta a la hora de hacer todos los cálculos.
En el caso de las hipotecas variables, el tipo de interés depende del euríbor. Entonces, cuando baja el euríbor, si en ese momento toca revisar la hipoteca, también baja la cuota hipotecaria. Por el contrario, si por ejemplo la revisión de la hipoteca tiene lugar en el mes de junio y la bajada del euríbor fue en mayo, no bajará la cuota de la hipoteca. Cuando la revisión se haga cada 12 meses, habrá que ver si el euríbor ha bajado o subido en comparación con hace un año.
A la hora de revisar una hipoteca variable, se van haciendo diferentes revisiones del euríbor para saber cuál es el interés a aplicar. Estas revisiones pueden ser trimestrales, semestrales y anuales. No obstante, lo más habitual es aplicar la revisión anual o por 12 meses. Durante el primer año de la hipoteca variable el interés es siempre fijo, porque en ese tiempo no se hace ninguna revisión. Pero a partir de ese momento, dependerá de cómo esté el euríbor cuando se haga la revisión, pudiendo subir o bajar la cuota de la hipoteca.
Sí, cuando el Euribor es negativo, en vez de sumar, se resta del diferencial. En caso de que el Euribor sea más bajo que el diferencial, durante ese periodo se pagaría un interés del 0% por la hipoteca. El banco nunca devolverá dinero al hipotecado porque sino perdería dinero con la operación. Las entidades bancarias aplican el diferencial precisamente para compensar en aquellos casos en los que el Euribor es negativo, si bien es bastante complicado que este se llegue a situar por debajo del 0%.
El IRPH (Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios) es un índice a nivel nacional que publica el Banco de España mensualmente. Respecto a si es mejor el IRPH o el euríbor, sin duda es mejor el euríbor. Tanto es así que el índice IRPH ha provocado muchos problemas judiciales. Es mejor el euríbor porque es más estable y bajo que el IRPH. De hecho, muchos ciudadanos con estas hipotecas están subrogando su préstamo a fijo o variable con euríbor. Hoy en día ya no se puede contratar una hipoteca con IRPH.
Sí, se puede cambiar una hipoteca de variable a fijo. Esto aumenta el tipo de interés, pero tendrás la tranquilidad de saber lo que vas a pagar en todo momento, ya que la cuota será siempre la misma. Hay tres formas de cambiar una hipoteca fija a variable: -Subrogación. En este caso lo que se hace es cambiar la hipoteca a otro banco, modificando así algunas de sus condiciones. -Cancelación. Primero se cancela el préstamo existente para abrir otro nuevo en otra entidad financiera que ofrezca mejores condiciones. -Novación. Consiste en variar ciertos aspectos de la hipoteca, principalmente el tipo de interés, el periodo de amortización o la cuantía del préstamo (que normalmente se amplía).