A pocos días del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, la ilusión por que toque el Gordo entre quienes tienen algún décimo en el bolsillo convive con un escenario económico complicado para los hogares españoles. Aunque la inflación ha moderado su ritmo de crecimiento respecto a los picos de los últimos años, el aumento acumulado de los precios sigue afectando a bienes esenciales. La pérdida de poder adquisitivo, la subida de los costes financieros y el encarecimiento histórico de la vivienda han cambiado por completo la manera en la que los ciudadanos piensan en gestionar un premio extraordinario como el de la Lotería.
El impacto real del Gordo de Navidad ha disminuido notablemente en la última década. En 2011, el importe del premio aumentó hasta los 400.000 euros brutos actuales, lo que, tras los impuestos aprobados en el año 2013, se queda en 328.000 euros netos. Hoy, esta cantidad resulta insuficiente para adquirir una vivienda en la mayoría de las grandes ciudades, donde los precios superan con holgura esa cifra. Como explica Laura Martínez, directora de Comunicación y portavoz del comparador y asesor hipotecario iAhorro: “Podríamos decir que, en la práctica, un premio como el de la Lotería de Navidad permite reducir deudas, dar la entrada de una vivienda o mejorar la estabilidad financiera del hogar, pero un solo décimo premiado del Gordo ya no te cambia la vida”. Esta pérdida de poder adquisitivo se explica, en parte, por el aumento de la inflación acumulada desde 2011, que ronda el 30%, lo que ha encarecido de forma notable el coste de la vida.
Además, en este contexto, cada vez es más importante “evitar tomar decisiones precipitadas y tener en cuenta todo lo que conlleva a nivel fiscal y también a nivel legal un premio de estas características”, señala Pablo Lora, responsable de Banco Mediolanum en la zona Este e Islas, que también recuerda que “muchas personas que han ganado premios importantes, ya sea de Lotería de Navidad o de otros sorteos, posteriormente han caído en bancarrota por falta de asesoramiento”.
Destinos del premio: pagar deudas y comprar vivienda
Sobre las decisiones que tomarían los ciudadanos en caso de resultar premiados, estas están cada vez más condicionadas al contexto económico actual. Según Martínez, “los hogares no viven la Lotería de Navidad igual que hace diez o veinte años. Ahora un premio importante se percibe casi como un salvavidas económico, más que como una oportunidad para grandes gastos o caprichos”.
Así, según la encuesta realizada por iAhorro, el 40,10% de los españoles destinaría el premio a pagar deudas o tapar agujeros, manteniéndose esta opción como la más repetida desde 2017. No obstante, la segunda opción más elegida es la compra de vivienda, que alcanza en 2025 un 38,9%, la cifra más alta de toda la serie analizada. “Que cuatro de cada diez personas pretendan destinar un premio millonario a comprar una casa es un síntoma claro del desfase entre ingresos y precios en el mercado inmobiliario”, explica Martínez. Añade que “incluso con un golpe de suerte, acceder a una vivienda es un reto enorme”.
En paralelo, la intención de ahorrar o crear un colchón financiero por parte de los encuestados por el comparador hipotecario cae al 15,1%, muy lejos del 24–25% registrado en los años más duros de la pandemia. Este descenso podría estar ligado a la urgencia de resolver problemas económicos inmediatos o a la necesidad de invertir en bienes que, por la inflación, cada año se encarecen más. Mientras tanto, otras opciones como comprar un coche (3%) u otro tipo de gastos (2,9%) se sitúan en niveles mínimos, lo que confirma que los premios se plantean más como una herramienta de estabilidad que como una vía de consumo.
Los precios de la vivienda se disparan hasta un 70%
Los precios de la vivienda han aumentado de media en España casi un 50% entre el año 2011 y 2025, según los últimos datos publicados en el Índice de Precios de la Vivienda del Instituto Nacional de Estadística (INE). Y en zonas como las ciudades autónomas Ceuta y Melilla incluso se supera el 70% de variación. Tanto es así, que el contraste con la situación en estos últimos 14 años es significativo: “Con 400.000 euros era posible comprar dos o incluso tres viviendas en numerosas localidades de España; hoy, esa cantidad apenas alcanza para un piso mediano, siempre que esté ubicado fuera de las zonas más tensionadas”, agrega la portavoz de iAhorro.

Si nos fijamos en la tabla extraída con los datos del INE, una vivienda que en 2011 costaba 150.000 euros, en Ceuta, Baleares y la Comunidad de Madrid ese precio ha aumentado más de 100.000 euros. Sin embargo, en otras zonas como Extremadura y Castilla-La Mancha, ese aumento supera por poco los 10.000 euros.
No obstante, este es solo un ejemplo representativo, ya que la Comunidad de Madrid, por ejemplo, “es prácticamente imposible encontrar un piso que esté bien por menos de 300.000 euros, incluso a las afueras de la capital”. Tanto es así que, agrega la directora de Comunicación del comparador hipotecario, “en 2011 se podían comprar un piso grande o dos pisos medianos con los 400.000 euros del premio de la Lotería, pero ahora apenas da para un piso mediano, siempre que este no esté ubicado en grandes ciudades o zonas tensionadas”.
Esto, además de ser una consecuencia de la oferta (muy limitada) y la demanda (muy alta), también viene acarreado por el aumento de la inflación, algo que también afecta al coste de bienes cotidianos. Por ejemplo, un coche de gama media que costaba alrededor de 14.000 euros en 2011 supera actualmente los 24.500 euros de media. Por tanto, reitera Laura Martínez, “que te toque el Gordo es una ayuda importante para ganar estabilidad, pero ya no es algo transformador debido al encarecimiento generalizado y al desajuste entre salarios y precios”.
La vivienda es también la opción de inversión preferida
Además de conocer los destinos del premio en cuanto a gasto, la encuesta analiza qué productos de inversión (con retorno económico) que elegirían los españoles si recibieran un premio de Lotería. Los resultados de este año muestran que la vivienda se consolida como la opción más elegida, con un 49% de los votos, más del doble que en 2023 (19,8%) y muy por encima del 11,9% de 2017. Este crecimiento refleja la percepción de la vivienda como un activo refugio frente a la inflación y la volatilidad económica. Martínez señala: “La incertidumbre lleva a muchos ciudadanos a priorizar lo tangible por encima de otros productos financieros”.
El auge de la inversión inmobiliaria contrasta con el retroceso de los depósitos y cuentas remuneradas, que caen del 47,7% al 30,6% en 2025, y de fondos de inversión y acciones, que bajan hasta el 15,5%. Los planes de pensiones, igualmente se desploman hasta el 1,8%, su registro más bajo, mientras que otros productos financieros se mantienen en niveles residuales. Esto, analiza Martínez, implica que “el inversor español se ha vuelto más conservador, pero a la vez más estratégico. Quiere seguridad, pero también rentabilidad, y por eso la vivienda se ha convertido en la opción preferida tanto para vivir como para invertir”.
No obstante, Pablo Lora, responsable de Banco Mediolanum en la Zona Este e Islas explica que “la vivienda implica unos costes de mantenimiento que pueden afectar la rentabilidad de la inversión. Además, es un activo ilíquido, que tarda un tiempo en venderse y no es sencillo conocer el valor que se puede obtener”, por lo que sería recomendable “hacer primero una valoración de la situación de cada persona para ver si encaja dentro de su planificación financiera” y “diversificar las inversiones”.
Sobre qué productos financieros son más adecuados según el importe del premio, el portavoz de Banco Mediolanum también afirma que “más que por importe, depende del plazo, las necesidades y la tolerancia al riesgo de cada persona. Las cantidades pequeñas pueden ir a fondos de emergencia o planes de ahorro; premios medios, a inversión diversificada; y premios altos, a renta variable para objetivos a largo plazo como jubilación o planificación fiscal”. En cuanto al porcentaje que es necesario guardar a modo de ‘fondo de emergencia’, Pablo Lora recomienda destinar “entre un 10 y 20% del premio a esta finalidad, o más si los gastos esenciales son elevados, para ganar estabilidad antes de plantear inversiones o compras grandes”.
¿Es mejor pagar la casa al contado o pedir una hipoteca?
A la hora de adquirir una vivienda hay dos posibilidades: comprarla al contado (si el premio es suficientemente elevado para cubrir todos los gastos o dispones de más dinero para ello) o pedir dinero al banco (hipoteca) y usar solo parte del premio para este fin. En este sentido, la portavoz de iAhorro matiza que la decisión depende del coste de la hipoteca (intereses, vinculaciones, comisiones…) y del rendimiento que se pueda lograr con el dinero no invertido: “Si conseguimos una buena hipoteca a tipo fijo con intereses bajos, combinar parte del premio con financiación puede ser eficiente. La clave es que la parte que no se destine a comprar vivienda pueda generar una rentabilidad mayor que el coste del préstamo”.
Entonces te podemos ayudar
Por su parte, Pablo Lora, responsable de Banco Mediolanum en la Zona Este e Islas advierte que “comprar al contado puede tener sentido si ya contamos con un colchón previo para emergencias”, aunque añade que “combinar parte del premio con una hipoteca si pueden asumir cuotas razonables permite conservar liquidez para invertir, generar rentabilidad o para cubrir necesidades en el futuro. E incluso para diversificar y no concentrar todo nuestro patrimonio en un solo activo”.
Sobre amortizar o no una hipoteca ya existente con los beneficios de la Lotería, Laura Martínez añade que “si los intereses que pagamos por la hipoteca son mayores que los que obtenemos en nuestras inversiones, amortizar tiene sentido. Y más allá de números y fiscalidad, si cancelar la deuda aporta tranquilidad, también es una decisión válida”. Pero, que te toque un buen pellizco, ¿te da poder a la hora de renegociar las condiciones del préstamo para mejorarlas? En este sentido, la directora de Comunicación del comparador hipotecario explica que el capital adicional puede mejorar el perfil del cliente, pero advierte: “A veces, al tener más dinero, los bancos pueden exigir que una parte se inmovilice o se pignore. Eso sí, indirectamente sí ayuda si también se liquidan otras deudas”.
Los españoles buscan estabilidad y seguridad
Para poder invertir mejor estos premios, la encuesta realizada por iAhorro también pregunta a los encuestados dónde buscarían asesoramiento financiero. La opción más señalada sigue siendo “a través de mi banco”, aunque disminuye ligeramente respecto a años anteriores: desde el 41,3% en 2017 al 38,7% que vemos actualmente. Así, la confianza en la banca se mantiene como la principal vía de asesoramiento, aunque pierde terreno frente a alternativas más especializadas.
Destaca también el crecimiento de la opción de acudir a un “asesor financiero especializado”, que pasa del 22,7% en 2017 al 28% en 2025, alcanzando su máximo histórico. Este aumento refleja un mayor interés de la ciudadanía por recibir orientación profesional independiente. Según Laura Martínez, “cada vez más personas buscan un asesoramiento más técnico y menos vinculado a productos concretos. Esto demuestra una mayor madurez financiera y una preocupación real por tomar decisiones correctas cuando hay dinero en juego”.
Por su parte, quienes afirman que gestionaría el dinero por sí mismos disminuyen ligeramente, situándose en el 25% este año, frente al 27% registrado en 2018 y 2019. También cae la opción de “acudir a familia y amigos”, que baja del 10,8% en 2017 al 8,3% en 2025, lo que sugiere una pérdida de peso del asesoramiento informal. Para Martínez, “la combinación de inflación, incertidumbre y decisiones complejas como comprar una vivienda hace que la gente sea más consciente de la importancia de estar bien asesorada. No solo se trata de recibir un premio, sino de saber gestionarlo para que tenga un impacto real en la calidad de vida”.
En conclusión, la directora de Comunicación de iAhorro señala que “tanto la elección del destino del premio como el asesoramiento a la hora de gestionarlo muestran una clara tendencia: los españoles buscan estabilidad, seguridad y decisiones responsables, muy alejadas de los usos impulsivos que tradicionalmente se asociaban a los grandes premios” y concluye que los resultados de la encuesta de este año 2025 “reflejan una tendencia clara: los españoles priorizan protegerse frente a la incertidumbre económica y son conscientes de que un premio de estas características no les cambia la vida, pero sí les ayuda a afrontarla mejor”.
Metodología
Encuesta realizada por formulario online a 1.010 personas mayores de 18 años y residentes en España, entre el 17 de noviembre y el 1 de diciembre de 2025, con un nivel de confianza del 95% margen de error +- 2,81%.
