Si te preguntas en qué consiste la tasación de una vivienda, sencillamente es un informe (a modo de certificado) realizado por un profesional independiente que se encuentra cualificado y acreditado para ello en el que se muestra una estimación de su valor.
Básicamente, una tasación consiste en una serie de comprobaciones, tanto documentales como in situ, necesarias para evaluar el valor de mercado de la vivienda.
Debe realizarse bajo una metodología estricta y rigurosa, en la que impera el principio de prudencia. Por este motivo, para que sea una tasación homologada debe ajustarse a los procedimientos indicados en la Orden ECO/805/2003, de 27 de marzo, sobre normas de valoración de bienes inmuebles y de determinados derechos para ciertas finalidades financieras.
Se trata de un trámite necesario para solicitar una hipoteca, puesto que el banco debe conocer el valor del bien que actúa como garantía del préstamo para establecer cuál es la cantidad máxima que puede conceder. Como norma general, las entidades bancarias ofrecen hipotecas por importe máximo del 80% del valor de tasación de la vivienda.
Cabe la pena reseñar que, según la normativa que regula la tasación, la finalidad para la cual se realice la tasación condiciona el método y las técnicas de valoración a seguir. En otras palabras, los métodos deben ser coherentes con la finalidad de la tasación.