El término riesgo hace referencia a la proximidad o contingencia de un posible daño. En el riesgo existe una incertidumbre sobre la evolución de un activo, e indica la posibilidad de que una inversión ofrezca un rendimiento distinto del esperado. La palabra riesgo es sinónimo de peligro, azar, fortuna, eventualidad y antónimo de seguridad, confianza, certeza.
Existen riesgos de distinto tipo y que surgen en diferentes ámbitos. El riesgo laboral, por ejemplo, permite hacer referencia a la falta de estabilidad o seguridad en un trabajo. El riesgo financiero está relacionado a la solvencia monetaria de una persona, una empresa o un país. Esta noción se refiere a la capacidad de pago de una deuda contraída. Un país con altos niveles de desocupación, baja producción, elevada inflación y grandes deudas, presenta un riesgo financiero muy alto. Por eso, es poco probable que dicha nación acceda a nuevos créditos, ya que se enfrentaría a serias dificultades para pagarlos.
Existen diferentes tipos de riesgos financieros: riesgo de mercado, riesgo de crédito (que una de las partes incumpla con sus obligaciones estipuladas en el contrato financiero) y riesgo de liquidez o financiación (que una de las partes del contrato no pueda obtener la liquidez necesaria para cumplir con sus obligaciones a pesar de poseer los activos, por no poder venderlos con rapidez y al precio adecuado).