Letra T

TAE

La Tasa Anual Equivalente o TAE es el porcentaje que indica el coste o rendimiento efectivo de un producto financiero. La TAE incluye el tipo de interés nominal (TIN), las comisiones y gastos bancarios, así como el plazo de amortización.

En términos generales, la tasa anual equivalente ofrece información más clara y certera sobre el precio total a pagar por un producto financiero, por lo que resulta más útil para comparar entre la oferta disponible.

El cálculo de esta tasa se realiza mediante una fórmula establecida por el Banco de España en la Circular 5/2012, de 27 de junio, a entidades de crédito y proveedores de servicios de pago, sobre transparencia de los servicios bancarios y responsabilidad en la concesión de préstamos. La TAE incluye el tipo de interés nominal de la operación, la periodicidad de los pagos (mensual, trimestral, semestral, etc), las comisiones por cancelación o amortización y otros gastos o ingresos asociados.

Sin embargo, no tiene en cuenta los gastos de transferencia de fondos, los que se abonan a terceras personas o instituciones (como la notaría o los impuestos) o los generados por seguros o garantías, excepto las primas destinadas a garantizar a la entidad la devolución del préstamo en caso de fallecimiento, invalidez o desempleo.

A través del Banco de España se puede acceder a un simulador del cálculo de la TAE de un préstamo, facilitando los siguientes datos: importe del préstamo, tipo de interés nominal (TIN), plazo de amortización, comisiones y la prima del seguro de protección de pagos en el caso de que su contratación sea obligatoria.

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Tarjeta de crédito

La tarjeta de crédito es uno de los tipos de tarjeta que existen. Al igual que la tarjeta de débito es un rectángulo de plástico numerado, que presenta una banda magnética o un microchip, y que permite realizar compras que se pagan a futuro. Para solicitar una tarjeta de este tipo, es necesario dirigirse a una institución financiera o entidad bancaria, la cual solicitará al interesado una serie de documentos y garantías para asegurarse de que se trata de una persona solvente y capaz de cumplir con sus potenciales obligaciones de pago.

 La tarjeta de crédito, también conocida como dinero plástico, recibe dicho nombre ya que da la posibilidad a una persona de realizar compras sin contar con el efectivo (o metálico), contrayendo automáticamente una deuda con la entidad emisora de la misma. Generalmente, todos los meses se envía a los usuarios un resumen de todas las transacciones realizadas durante los treinta días anteriores, para poder efectuar un único pago.

Es importante decir que existe la posibilidad de saldar toda la deuda o de realizar tan sólo un pago mínimo; en este caso, la deuda pendiente acumula nuevos intereses, de acuerdo a lo estipulado en el contrato. Otra de las ventajas que ofrecen las tarjetas de crédito, y una de las más populares a la hora de realizar grandes gastos, es pagar a plazos (o en cuotas). Por ejemplo, si compras una televisión y cuesta 1.200 euros, puede indicarse la posibilidad de adquirirlo en 3 cuotas de 425, o en 6 de 250, y así sucesivamente.

Además, hay que contar que las tarjetas de crédito tienen varios puntos positivos:

Sin embargo al ser una modalidad de pago que no requiere la presencia de dinero en la cuenta bancaria, también tiene una serie de desventajas:

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Tarjeta de débito

La tarjeta de débito es un dispositivo de plástico intransferible, del tamaño de una tarjeta de visita, con el logotipo y nombre del banco, un número de identificación, el nombre del titular, la fecha de vencimiento de la misma (expresadas con mes y año) y que cuenta con una banda magnética y un chip electrónico que almacena información sobre su dueño. Las tarjetas de débito son el medio más habitual de pago en tiendas y comercios y para sacar dinero de los cajeros públicos.

Son un instrumento financiero emitido por un Banco o Caja de Ahorros que permite al cliente realizar operaciones financieras sólo con el saldo disponible en su cuenta. El pago en una tarjeta de débito conlleva de manera directa un cargo en dicha cuenta de la que es titular. Para solicitar una tarjeta de débito es necesario tener una cuenta de ahorros o cuenta corriente.

Normalmente nos cobrarán una comisión por emisión, renovación y mantenimiento, aunque en algunas entidades es gratuita, si tenemos contratados una serie de productos o cumplimos con unas condiciones determinadas. También nos pueden cobrar una comisión por disposición de efectivo en algún cajero que no sea perteneciente a la red de la tarjeta o de otra entidad.

Además las tarjetas de débito implican una serie de ventajas que no tienen las tarjetas de crédito o de prepago:

Para que se realicen las operaciones financieras con la tarjeta, se tienen que cumplir las siguientes condiciones:•

A pesar de ser tarjetas de débito se les podrá aplicar comisiones por descubierto, aunque sólo en caso de que las entidades permitan al cliente exceder el límite de su cuenta, quedando así un saldo en negativo que deberá amortizar por concepto de descubierto y que no podrá superar el valor de una TAE.

En la actualidad existen más de 17 millones de tarjetas de este tipo, disminuyendo en los últimos años debido a la efervescente crecida de la tecnología NFC que incorporan métodos de pago como Apple Pay, Samsung Pay o Android Pay.

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Tasación

La tasación, técnicamente denominada como informe de valoración, es un documento que suscribe un profesional competente para hacerlo y tiene como objetivo establecer de forma justificada el valor de un bien, de acuerdo con unos criterios previamente establecidos y desarrollando una metodología adecuada al fin propuesto.

En concreto una tasación hipotecaria es una valoración de un inmueble para que el mismo sea objeto de garantía en un préstamo hipotecario. A través de esta valoración el prestamista, normalmente una entidad financiera, sabe cuál es el valor del bien garantía del préstamo y cuál es el riesgo que asume con la operación hipotecaria.

Las tasaciones están sujetas a una estricta normativa legal que no solo establece los criterios y metodología para realizarla, sino que también establece quién puede hacerla. El valor de tasación se refleja en un certificado que puede contener observaciones, advertencias o condicionantes, si existen aspectos sobre los que conviene hacer un comentario, documentación pendiente o cuestiones que deben resolverse definitivamente para que el valor calculado sea firme para la finalidad concreta para la que se emite el informe de valoración.

Las personas que realizan las tasaciones suelen ser arquitectos o arquitectos técnicos. Todos ellos tienen que pertenecer a una sociedad de tasación de bienes, que están inscritas en el Ministerio de la Vivienda. Las Sociedades de Tasación inmobiliaria tienen que ser sociedades anónimas con objeto social limitado a la valoración de todo tipo de bienes, empresas o patrimonios. Se les exige contar con una estructura mínima y tienen responsabilidad civil frente a terceros derivada de la actividad de tasación. Estas sociedades tienen que estar homologadas por el Banco de España, donde quedan inscritas en el registro oficial correspondiente. Están supeditadas a la supervisión del Banco de España.

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TIN

El Tipo de Interés Nominal o TIN es el porcentaje que cobra la entidad bancaria por el dinero prestado al cliente, es decir, indica el coste efectivo de un producto financiero. Se refiere a un periodo de tiempo concreto, pero no tiene en cuenta las comisiones u otros gastos asociados ni la periodicidad de los pagos.

En un préstamo hipotecario a tipo variable, por ejemplo, el TIN mensual se calcula sumando el valor del euríbor al diferencial aplicado por el banco.

Es importante no confundir el TIN con la TAE (Tasa Anual Equivalente), puesto que esta última incluye tanto el tipo de interés nominal como las comisiones bancarias, la frecuencia de los pagos y otros gastos de la operación. Es decir, en términos general la TAE ofrece una información más real sobre el coste total del producto, mientras que el TIN sólo nos indica una parte.

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Tipo de cambio

El tipo de cambio es la relación entre el valor de una moneda y otra. Este tipo nos indicará cuántas unidades de una divisa se necesitan para obtener una unidad de otra. Esto no es fijo, debido a que en cada momento existe un tipo de cambio que se determinará por la oferta y la demanda de cada divisa.

El mercado donde se negocia el tipo de cambio es el mercado de divisas o bien llamado FOREX, que es uno de los más populares entre los inversores.

Dentro de los tipos de cambio se pueden encontrar dos clases:

Como hemos visto los cambios pueden ser variables, pero también los existen fijos o semifijos como fue el caso de la entrada de España en la Unión Monetaria Europea y el cambio de pesetas a euros. En este caso 1€ equivalía a 166,386 pesetas.

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Tipo fijo

En el caso de los préstamos hipotecarios a tipo fijo tienen la característica de que el cliente paga siempre la misma cuota mensual acordada con su entidad bancaria. Esta cuota no depende en ningún índice de referencia como el euríbor para las hipotecas variables.

En todos los créditos a tipo fijo se aplica el mismo tipo de interés durante toda la vida del préstamo, la cuota a pagar mensualmente no varía. La entidad bancaria ofrece al cliente un préstamo de interés fijo, este interés no depende de ningún índice de referencia, por lo tanto las cuotas mensuales no aumentan ni disminuyen, no se ven afectadas a causa de los cambios en los mercados financieros.

En el caso de las hipotecas a interés fijo son recomendables estos casos:

Beneficios de una hipoteca a interés fijo:

Contras de una hipoteca a interés fijo:

TIN: Las hipotecas a interés fijo se componen de un tipo de interés nominal (porcentaje fijo) que se pacta como concepto de pago por el dinero prestado. Refleja el pago de intereses por el cambio del valor del dinero en un periodo de tiempo.

TAE: La tasa Anual equivalente es un término financiero resultado de una fórmula que incorpora el tipo de interés nominal (TIN), las comisiones y el plazo de la operación.

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Tipo mixto

El interés mixto combina dos tipos de intereses, fijo y variable. A día de hoy este tipo de interés solo se ve en los préstamos hipotecarios. El cliente paga durante los primeros años de la vida del préstamo un interés fijo y la última parte interés variable.

Un préstamo hipotecario a tipo mixto es una hipoteca que combina el interés fijo durante los primeros años de la vida del préstamo y el interés variables hasta el vencimiento de esta.

Durante los primeros años se pacta un interés fijo para pagar el préstamo hipotecario, todos los meses se abona la misma cantidad de dinero. Cuando termina este periodo se pasa a pagar un tipo de interés variable, donde el cliente paga un porcentaje siguiendo un índice de referencia que normalmente es el euríbor más un cantidad acordada fija. Las cantidades que se abonan a lo largo del préstamo varían, las cuotas mensuales pueden subir o bajar dependiendo del tipo de interés.

La primera parte del periodo (interés fijo) aporta estabilidad al deudor, la cantidad a pagar no disminuye ni aumenta. Aunque no haya relación de forma directo los bajos intereses que rigen los mercados presionan a bajar el tipo fijo de la hipoteca mixta. 

Las hipotecas mixtas pueden llegar a pagarse en plazos de hasta 30 y 40 años. Este tipo de hipotecas suelen tener condiciones similares al resto de hipotecas en cuanto a comisiones, plazos, vinculaciones e importe concedido sobre el valor de la vivienda, esta cantidad suele ser de un máximo de 80%.

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Tipo Variable

Una hipoteca variable es un préstamo que el valor concreto del tipo de interés no permanece constante a lo largo del tiempo, varía en función de la evolución de un índice como puede ser el euríbor. 

El importe que el cliente debe pagar mensualmente varía en función de las variaciones del índice de referencia. Lo habitual suele ser que se aplique el dato del euríbor del mes en el que se firma.

Lo común es que el banco actualice el tipo de interés cada seis meses con el último valor del euríbor.  Así se paga durante 6 meses la misma cuota, pasados los 6 meses se recalcula, pudiendo subir o bajar.

Características de una hipoteca variable:

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TIR

La Tasa Interna de Rentabilidad (TIR) es un indicador del rendimiento esperado de una inversión. También es llamada Tasa Interna de Retorno. Se trata de un porcentaje sobre la cantidad invertida. De esta manera, muestra la rentabilidad en términos relativos con el fin de que pueda compararse.

Así pues, mientras los fondos permanezcan invertidos en un determinado activo o proyecto, rentarán a una tasa igual a la TIR. Cuanto mayor sea el porcentaje, mayor será la rentabilidad esperada

La Tasa Interna de Rentabilidad está relacionada con el Valor Actualizado Neto (VAN) de una inversión. Concretamente, se trata de la tasa de descuento a la cual el VAN es igual a 0. Su cálculo es complejo, es necesario utilizar una calculadora financiera, una aplicación informática o una hoja de cálculo para obtenerla.

La utilidad de la TIR radica en la capacidad para tomar decisiones. De hecho, es uno de los criterios más utilizados para escoger entre diferentes inversiones; incluso para determinar si un proyecto o inversión renta por encima del mínimo requerido (en función del coste de oportunidad).

Para hacer un uso efectivo de la TIR, es importante tener en consideración el coste del capital del proyecto o inversión. Si el coste del capital es superior a la TIR, significa que cuesta más dinero financiarse que la rentabilidad esperada. Por consiguiente, el proyecto no es viable.

También es común comparar la Tasa Interna de Rentabilidad con el rendimiento de los Bonos del Estado, puesto que están considerados como una inversión libre de riesgo. Es decir, debe esperarse una mayor rentabilidad por el riesgo asumido.

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Titular

El titular de una cuenta corriente es el propietario legal de los fondos que hay en la propia cuenta. La titularidad podrá ser de varios tipos:

Hay que tener en cuenta que las cuentas corrientes que tengan como titular a una persona jurídica en cualquiera de sus formas se le otorgará el tipo de titularidad individual. En este caso todas las personas físicas que tengan la firma se denominaran apoderados y no titulares, debido a que los fondos pertenecen en este caso a una sociedad.

También es importante saber que en la titularidad indistinta se generan tres tipos de relaciones jurídicas:

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Transferencia

Una transferencia bancaria es la operación mediante la cual una persona o entidad da instrucciones a su banco para que cargue y envíe desde una cuenta propia una cantidad de dinero a la cuenta de otra persona o empresa. De manera más simplificada, es enviar o pasar dinero de una cuenta bancaria a otra.

Las partes de una transferencia son dos: 

Hay que tener en cuenta que las transferencias que realizan de una cuenta a otra de la misma entidad financiera son denominadas como traspasos.

Desde el año 2014 se utiliza el número IBAN para la identificaciones de las cuentas bancarias de los usuarios.

Las transferencias son un servicio bancario que usualmente suele implicar el cobro de comisiones, la mayoría de entidades cobran un porcentaje del importe de la transferencia. Normalmente se fija una cantidad mínima. Generalmente las transferencias realizadas de manera online suelen ser más económicas que las tradicionales, y en muchos casos son gratuitas.

Con la entrada en vigor de la nueva Ley de Servicios de Pago se acababa la tradición en nuestro país de que el ordenante era el que se hacía cargo del pago de estas comisiones. Así con esta nueva Ley los gastos son repartidos entre el ordenante y el beneficiario

Existen varios tipos de transferencia que se caracterizan por el plazo o el área geográfica, según el plazo de ejecución se catalogan en urgentes, cuando tiene un plazo de entrega menor y ordinarios. Las primeras tienen un coste más elevado.

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Traspaso

Un traspaso es una transacción bancaria que realiza una persona física y que consiste en la transferencia de dinero entre cuentas de la misma entidad bancaria.

Este término se suele confundir asiduamente con el de transferencia, que en este caso es la transacción bancaria que conlleva la transferencia de dinero entre cuentas de dos sucursales bancarias diferentes. Además, mientras que el traspaso no debería generar gasto alguno en el cliente, las transferencias generan el cobro de una comisión a la entidad que se fija en varios factores: importe, ubicación y el modo en el que se realiza. Mientras que el movimiento que se efectúa con el traspaso es un movimiento inmediato, las transferencias nunca lo son. Y por último, las transferencias pueden realizarse de manera efectiva algo que los traspasos no aceptan.

Cuando hablamos de traspaso, es inevitable que hablemos también de los traspasos entre fondos de inversión. Este tipo de traspaso consiste en el reembolso parcial o incluso total de las participaciones de uno de estos fondos con el objetivo transferir esa cantidad a otro fondo de inversión diferente.

Este tipo de transferencia tiene como ventaja principal que no es necesaria la tributación en el futuro en caso de obtener beneficios por ellos. El traspaso en si no tiene un coste, sin embargo sí que genera unas comisiones de reembolso y de suscripción del nuevo fondo.

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