El interés mixto combina dos tipos de intereses, fijo y variable. A día de hoy este tipo de interés solo se ve en los préstamos hipotecarios. El cliente paga durante los primeros años de la vida del préstamo un interés fijo y la última parte interés variable.
Un préstamo hipotecario a tipo mixto es una hipoteca que combina el interés fijo durante los primeros años de la vida del préstamo y el interés variables hasta el vencimiento de esta.
Durante los primeros años se pacta un interés fijo para pagar el préstamo hipotecario, todos los meses se abona la misma cantidad de dinero. Cuando termina este periodo se pasa a pagar un tipo de interés variable, donde el cliente paga un porcentaje siguiendo un índice de referencia que normalmente es el euríbor más un cantidad acordada fija. Las cantidades que se abonan a lo largo del préstamo varían, las cuotas mensuales pueden subir o bajar dependiendo del tipo de interés.
La primera parte del periodo (interés fijo) aporta estabilidad al deudor, la cantidad a pagar no disminuye ni aumenta. Aunque no haya relación de forma directo los bajos intereses que rigen los mercados presionan a bajar el tipo fijo de la hipoteca mixta.
Las hipotecas mixtas pueden llegar a pagarse en plazos de hasta 30 y 40 años. Este tipo de hipotecas suelen tener condiciones similares al resto de hipotecas en cuanto a comisiones, plazos, vinculaciones e importe concedido sobre el valor de la vivienda, esta cantidad suele ser de un máximo de 80%.