Según la RAE, solvencia es “carencia de deudas” o “capacidad de satisfacer las deudas”. Es la capacidad de una entidad de generar fondos para atender los compromisos asociados con terceros. Este término se puede llegar a confundir a menudo con liquidez, pero son dos conceptos distintos aunque tengan mucho que ver. Tener liquidez implica ser solvente, pero no al contrario.
El concepto está muy ligado al riesgo de crédito, este último representa la capacidad o posibilidad de quiebra que tiene una organización para generar fondos con el objetivo de atender los compromisos económicos pactados con terceros.
Está muy ligado al concepto de riesgo de crédito porque este último representa la posibilidad de quiebra de una organización. Esta posible quiebra altera la capacidad que tiene para cumplir con dichos compromisos.
La solvencia siempre dependerá de dos factores fundamentales:
- La capacidad para generar recursos financieros suficientes.
- La capacidad de hacer frente a las deudas en el vencimiento, o lo que es lo mismo, la puntualidad en los pagos.
Como es lógico, no es igual acudir a financiación externa que a la autofinanciación. Aquí encontramos dos tipos de solvencia, la técnica y la efectiva.
- La solvencia técnica es aquella que la empresa posee cuando tiene la capacidad de generar con su propia actividad, tiene autofinanciación suficiente para hacer frente a sus deudas.
- La solvencia efectiva es cuando una empresa o entidad no tiene capacidad para hacer frente a sus deudas con tesorería generada por la propia actividad, para hacer frente a sus deudas necesita vender activos o conseguir financiación adicional. Será solvente a corto plazo, pero no a largo. La solvencia efectiva está fundamentada únicamente en la puntualidad de pago.
Por lo tanto solvencia financiera se refiere a la capacidad de una entidad para hacer frente a las deudas. En cambio, la liquidez es la capacidad que tienen los activos para convertirse en efectivo sin reducir su valor.
Es importante no confundir los términos, la liquidez se restringe en la capacidad de obtener recursos líquidos, la solvencia se puede obtener mediante recursos no líquidos, siempre y cuando supongan un respaldo suficiente para liquidar deudas.
Si una entidad cuenta con buena liquidez va a ser solvente, pero no tiene por qué ocurrir en sentido inverso, una empresa puede ser solvente pero no generar liquidez.